Como te imaginas siendo un religioso en la zona roja de Ámsterdam? O yanqui en Cuba? O si fueras un oficialista que apoya al campo? O hincha de Boca en plena popular de River? O peor, musulmán caminado por Manhattan? Te entiendo, nunca quisieras estar en esos zapatos.
Seguí esta nota y entérate lo complicado que es ser un nazi morochito…
Para preservar su dignidad, su orgullo, su identidad, su autoestima (y todo eso, de lo que le queda muy poco), “Revista Fuck” decidió resguardar su nombre.
En una charla abierta con Román Calavera Calva (piiip), este humilde servidor del periodismo se ha emocionado. Pues verán, es trágico escuchar la anécdotas que tiene este muchacho.
Según cuenta él dentro del colegio al que asistía (pues lo echaron luego de dejar escapar 6 balazos a discreción de su 9mm) los compañeros le decían: “nazi mugriento”, “sombra de Hitler”, y diferentes cosas similares. Pero claro, resulta chocante encontrar en su aspecto alguna facción nacista. Pero mejor escuchémoslo de su propia boca:“…te das una idea lo traumático que fue para mi tener que irme de casa porque mis viejos pensaban que los iba a hacer jabón. Cuando me incluí en la agrupación neo-nazi a la que nunca pertenecí, casi me matan!... casi me matan los mismos integrantes de la agrupación, me salvé porque había ido con mi primo, pobre que en paz descanse…”
Es una confrontación de personajes, el negro y el nazi. Para este periodista la nota no fue fácil, y es la primera. El pobre chocolate no es feliz hoy, busca un papel en la sociedad, un grupo de pertencia, un lugar, un espacio. Como dato extraoficial les cuento que la foto de tapa la hicimos 17 veces, esperando ver una sonrisa en el pibe.
“Hoy salgo a pegar afiches en las calles intentando conseguir adeptos a mis creencias, pero solo vienen neo-nazis rubios que al verme quieren hacerme daño, imagínate que hago las entrevistas detrás de un panel a prueba de balas. De todas formas no me voy a rendir, Mi Führer me enseñó a no bajar nunca los brazos y no lo voy a hacer, por más que me cueste la vida.”
“Fuck” ha decidido solidarizarse con Román (piiip), por eso dejamos este 0-800-DIENTESBLANCOS en el que podrán comunicarse con él y brindarle su compasión y respeto.
Como reflexión final, algo que “Fuck” acostumbra a hacer, decimos: “Morocho ponete media pila, si el nazismo hubiese triunfado estarías muerto, y no tendríamos de quién reírnos”
Gracias y suerte, hasta la próxima edición…
Seguí esta nota y entérate lo complicado que es ser un nazi morochito…
Para preservar su dignidad, su orgullo, su identidad, su autoestima (y todo eso, de lo que le queda muy poco), “Revista Fuck” decidió resguardar su nombre.
En una charla abierta con Román Calavera Calva (piiip), este humilde servidor del periodismo se ha emocionado. Pues verán, es trágico escuchar la anécdotas que tiene este muchacho.
Según cuenta él dentro del colegio al que asistía (pues lo echaron luego de dejar escapar 6 balazos a discreción de su 9mm) los compañeros le decían: “nazi mugriento”, “sombra de Hitler”, y diferentes cosas similares. Pero claro, resulta chocante encontrar en su aspecto alguna facción nacista. Pero mejor escuchémoslo de su propia boca:“…te das una idea lo traumático que fue para mi tener que irme de casa porque mis viejos pensaban que los iba a hacer jabón. Cuando me incluí en la agrupación neo-nazi a la que nunca pertenecí, casi me matan!... casi me matan los mismos integrantes de la agrupación, me salvé porque había ido con mi primo, pobre que en paz descanse…”
Es una confrontación de personajes, el negro y el nazi. Para este periodista la nota no fue fácil, y es la primera. El pobre chocolate no es feliz hoy, busca un papel en la sociedad, un grupo de pertencia, un lugar, un espacio. Como dato extraoficial les cuento que la foto de tapa la hicimos 17 veces, esperando ver una sonrisa en el pibe.
“Hoy salgo a pegar afiches en las calles intentando conseguir adeptos a mis creencias, pero solo vienen neo-nazis rubios que al verme quieren hacerme daño, imagínate que hago las entrevistas detrás de un panel a prueba de balas. De todas formas no me voy a rendir, Mi Führer me enseñó a no bajar nunca los brazos y no lo voy a hacer, por más que me cueste la vida.”
“Fuck” ha decidido solidarizarse con Román (piiip), por eso dejamos este 0-800-DIENTESBLANCOS en el que podrán comunicarse con él y brindarle su compasión y respeto.
Como reflexión final, algo que “Fuck” acostumbra a hacer, decimos: “Morocho ponete media pila, si el nazismo hubiese triunfado estarías muerto, y no tendríamos de quién reírnos”
Gracias y suerte, hasta la próxima edición…
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